Hay muchas razones por las que las organizaciones invierten enormes cantidades de tiempo y recursos en el desarrollo de líderes. Una de las más importantes es que los líderes de la más alta calidad, tienen más posibilidades de superar a su competencia en las métricas clave, tales como el desempeño del negocio, la calidad de los productos y servicios, la participación de los empleados y la satisfacción del cliente.

¿Eres un líder sólo porque diriges a tu empresa? No necesariamente, pero deberías serlo. Sin liderazgo empresarial, tu negocio dará vueltas sin rumbo y al final se quedará sin energía. Un liderazgo empresarial eficaz, requiere que haya un capitán del buque, no sólo alguien que esté de pie junto al timón. El liderazgo es activo, no pasivo.

El liderazgo es una combinación ganadora de rasgos personales tales como tomar decisiones con la cabeza fría, ser previsor, visionario, asumir riesgos y cualquier otra característica que elijas, al final, pensar y actuar como un líder, implica desarrollar la capacidad de encabezar las actividades de tu equipo, buscando el bien de todos. Pero no se puede ser un líder con sólo decirlo: Debes transformarte en el tipo de líder que tu empresa necesita y sólo lo conseguirás trabajando duro.

En años recientes, una de las contribuciones más importantes de la psicología en el campo de los negocios, ha sido la de analizar las características clave de líderes reconocidos. Se han hecho pruebas psicológicas para determinar qué características se presentan con mayor frecuencia entre los grandes líderes. Esta lista de características puede ser utilizada con propósitos de desarrollo, para ayudar a los dueños o administradores de negocios a perfeccionar sus habilidades de liderazgo.

El creciente cambio en el entorno empresarial es un factor importante en este nuevo énfasis en el liderazgo; mientras que en el pasado, se esperaba que los gerentes mantuvieran el status quo con el fin de avanzar, ahora nuevas fuerzas en el mercado han hecho que sea necesario ampliar este enfoque tan limitado. Los nuevos líderes son visionarios. Pueden ser al mismo tiempo profesores y alumnos, con el fin de seguir aprendiendo. No sólo prevén cambios en la sociedad, también tienen un fuerte sentido de la ética y trabajan para construir la integridad en su empresa.

Los rasgos de un líder efectivo incluyen:

Estabilidad emocional: Los buenos líderes deben ser capaces de tolerar la frustración y el estrés. En general, deben estar bien adaptados y tener la suficiente madurez psicológica para enfrentar cualquier reto o problema que se presente.

Dominadores: Los líderes son a menudo competitivos, les gusta tomar decisiones y disfrutan superar cualquier obstáculo. En general, son firmes y enérgicos en su forma de actuar y tienen una fuerte actitud en el trato con los demás.

Entusiasmo: Un líder es visto como alguien activo, expresivo y lleno de energía. A menudo es optimista y abierto al cambio. En general, actúa de forma rápida, está alerta y tiende a ser desinhibido.

Eficiencia: Los líderes suelen estar dominados por un sentido del deber y son muy exigentes. Por lo general tienen un alto nivel de excelencia y un deseo interno de hacer siempre lo mejor. También tienen una necesidad de orden y tienden a ser muy autodisciplinados.

Socialmente audaces: Los líderes tienden a ser espontáneos al asumir riesgos. Por lo general son socialmente audaces y de “piel gruesa”. En general, son perceptivos y poseen una alta resistencia emocional.

Seguridad en sí mismos: La confianza en sí mismos y la capacidad de recuperación, son rasgos comunes entre los líderes. Ellos tienden a ser libres de culpa y tienen poca necesidad de aprobación. Por lo general tratan de aprender de los errores o fracasos anteriores.

Integridad: Los líderes se controlan y son muy precisos en sus interacciones sociales. En general, tratan de proteger su integridad y reputación, por lo tanto tienden a ser socialmente conscientes, abundan en la previsión y son muy cuidadosos al tomar decisiones o determinar acciones concretas.

Intuición: Los cambios rápidos en el mundo de hoy, junto con el exceso de información, hacen que sea imposible saberlo todo. En otras palabras, el razonamiento y la lógica no te ayudarán a enfrentar todas las situaciones, por esta razón es que más y más líderes están aprendiendo a valorar su intuición y a confiar en sus instintos en la toma de decisiones.

Empatía: Ser capaz de ponerse en el lugar de otra persona es un rasgo clave de los líderes de hoy. Sin empatía, no se puede construir la confianza; sin confianza, nunca se logrará obtener el mejor esfuerzo por parte de los empleados.

Carisma: Los líderes carismáticos son capaces de cautivar a sus empleados despertando fuertes emociones ellos, lo que ayuda a mantenerlos unidos y motivados para lograr cualquier objetivo.

Los líderes rara vez (o nunca) nacen como tales. Las circunstancias y la persistencia son los componentes principales en el proceso de desarrollo de cualquier líder, por lo que si tu objetivo es convertirte en uno, tienes que trabajar en el desarrollo de las áreas de tu personalidad que todavía no están a la altura. Por ejemplo, si tienes todas las características básicas, pero no te consideras alguien a quien le guste tratar con diferentes personas, entonces deberías tomar clases o leer libros sobre empatía. En el otro extremo, si relacionarse con los demás siempre ha sido tu fuerte, pero tienes problemas para tomar decisiones lógicas, intenta aprender acerca de cómo desarrollar un enfoque psicológico. Sólo recuerda, todos pueden hacer cualquier cosa si se lo proponen.