Luego de ser testigos de lo que ha ocurrido en las últimas semanas dentro de nuestro país, nos queda claro que debemos estar preparados ante cualquier emergencia.

Cientos de personas hoy luchan contra la adversidad, luego de quedarse sin su vivienda, sin su negocio ó peor aún, en algunos casos, tristemente sin algún miembro de su familia.

Una vez que las ciudades logren rescatar a cuantos sea posible y se proceda a recoger los escombros ocasionados por los derrumbes, muchas personas quedarán expuestas a conflictos burocráticos y legales como consecuencia al extravío o pérdida total de documentos personales y patrimoniales, al igual que datos y accesos a cuentas bancarias ó cuentas de ahorro en caso de que la persona que fungía como titular, ya no esté presente.

Sabemos bien que en ocasiones es difícil ponernos a pensar en las cosas negativas que pueden llegar a ocurrir en cualquier momento, pues hablar de los accidentes ó la muerte nunca es fácil. Sin embargo, debemos reflexionar y ser precavidos, sobre todo en el caso de tener una familia y poseer bienes, pues existen documentos que le permitirán a tus seres queridos actuar con mayor rapidez en caso de que tu ya no estés presente, y podrán beneficiarlos para que obtengan lo que seguramente desearías que fuera entregado a ellos.

Entre los documentos legales necesarios están los siguientes:

  • Actas e Identificaciones Oficiales
    (Nacimiento, Matrimonio, Divorcio, Defunción):

 

Son los documentos que te permitirán comprobar tu identidad y ejercer tus derechos; del mismo modo te brindarán la posibilidad de acceder a tus cuentas ó comprar boletos de transporte u hospedaje en caso de ser necesario en caso de emergencia.

 

  • Escrituras de propiedades y Actas Constitutivas:

 

Al momento de adquirir un inmueble, se generan escrituras oficiales que te permiten respaldarte, siendo esta la manera más segura de comprobar que ciertas propiedades te pertenecen. A pesar de que suelen contar con un registro resguardado por parte de la notaría que la emitió, son muchas las ocasiones en las que se pierde la información necesaria para recuperarlos, tales como: el número de registro, los datos de la oficina donde se emitió, el nombre de la persona que lo llevó a cabo , y la fecha del instrumento público. Por esta razón deberemos contar con estos datos en caso de querer recuperarlos en una emergencia. ya que de lo contrario, es muy difícil generar un traspaso de propiedad sin la presencia del propietario.

De igual manera sucede con las actas constitutivas, pues es con ellas que tenemos un respaldo legal en el que se indica, quienes son las personas que conforman una empresa y cuáles fueron los acuerdos con los que se generó. Sin importar el tipo de agrupación o institución de la que se trate.

 

  • Seguro de Vida, Daños a Propiedades y Autos:

 

En caso de contar con el apoyo de una aseguradora, será necesario que cuentes con los papeles necesarios que indiquen cuál es el número de registro y cuáles son los beneficios que otorga cada seguro en particular. dependiendo de los daños y las pérdidas. Es necesario que toda la familia esté enterada de los seguros que se tienen contratados, pues son únicamente ellos quienes podrán reclamarlos en caso de ser necesario, sin importar si se trata de un seguro médico, de daño a la propiedad o de un automóvil.

 

  • Cuentas Bancarias y Cuentas de Ahorro e Inversión:

 

En el caso de las instituciones bancarias y cuentas de ahorro es importante contar con la documentación y sobretodo, hacer que tu familia esté enterada de que cuentas con ellas.

En el caso de los bancos, son muchos los que piensan que las instituciones terminan “robando” el dinero de una persona fallecida. Sin embargo, no es así, puesto que están obligados a seguir un protocolo en el que se seguirán pagando los servicios domiciliados en caso de tenerlos y se retendrá el dinero restante hasta que llegue alguien a reclamarlo.

Los familiares deberán presentarse con el acta de defunción y una copia del testamento, en caso de no contar con uno será necesario que los interesados aporten el Auto de Declaración Judicial de Herederos Abintestato, o Acta de Notoriedad. Será el derecho hereditario el que les permitirá obtener información sobre las cuentas del fallecido y posteriormente, les permitirá ejercer el derecho a la adjudicación y repartición de los bienes.

Con las cuentas de ahorro es un poco distinto, puesto que generalmente, al momento de abrir una, se le pide al titular que especifique quiénes serán los beneficiarios de dicha cuenta y es a ellos a quienes se les otorgará el total del saldo existente. Sin embargo, ellos deberán tener conocimiento previo de dicha cuenta, al igual que la Institución con la que se generó. (Esto aplica también con cuentas regulares como el AFORE).

 

  • Facturas (Autos, Vienes, Etc.):

 

En el caso de los automóviles es muy útil tener una factura, ya que con ella podrás comprobar que tú eres el dueño del vehículo y posteriormente reclamar tu reposición del mismo en caso de robo o pérdida total por desastres naturales. Si la extraviaste debes levantar un acta en el Ministerio Público, donde expliques cómo y por qué no tienes la factura original.

Si cuentas con una póliza de seguro es importante tener a la mano el número de póliza, número de contrato, nombre y número de contacto con la aseguradora.

 

  • Testamento:

 

Es gracias a este documento que queda establecido de manera legal, cuál es tu última voluntad. Determinarás a quién se deberán repartir tus bienes en caso de que fallezcas. Este documento facilitará de gran manera que tus familiares puedan seguir con el procedimiento de adjudicación de los herederos. Es importante que sin importar si tienes mucho o poco, cuentes con un documento que te respalde.

Además de esto, es necesario que no sólo lo escribas, sino que también lo registres ante un notario, para que de esta manera, en caso de que se rompa, queme o dañe, puedas acceder a él por medio de un número de folio.

 

  • Acta de Voluntad Anticipada:

Al igual que el testamento debe realizarse en presencia de un notario público y tiene la finalidad de dejar establecido cuál es el tipo de tratamiento médico que desea recibir en caso de presentarse en situaciones como enfermedades terminales o accidentes en los que no cuente con la oportunidad de expresar su voluntad.

 

Ahora que sabemos cuáles son los documentos más relevantes en caso de emergencia, es importante pensar en cómo será la manera en la que los resguardaremos. Para esto existen diferentes opciones: siendo la primera el crear archivos físicos consiguiendo copias certificadas de aquellos que lo permitan y sacando copias de algunos otros que consideremos importantes, junto con una lista que incluya los datos de los números de cuenta, números de folio e Instituciones con las que se tienen.

Por otro lado, son muchos los que aseguran que no es necesario escanear ningún tipo de documento ni tenerlos en físico; consideran suficiente almacenar los datos y números de cuenta y folio en la nube.

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Esto dependerá de tus preferencias y cómo desees hacerlo. Algunas personas deciden resguardarlos en casa de algún familiar dentro de una caja fuerte y otros optan por tener cajas de seguridad dentro de Instituciones bancarias.

Probablemente lo ideal sería, que todos contáramos con ambas; teniendo tanto los documentos en físico en algún lugar de confianza, al igual que una copia digital. Lo importante será el desarrollar en nosotros y en nuestra familia una cultura de prevención de riesgo.

“En México, sólo el 18% de la población cuenta con un testamento en el que especifica qué será de sus bienes e inmuebles cuando ya no esté. Quienes lo elaboran, en su mayoría, son personas de 40 años en adelante, con familia y con un grado de escolaridad medio superior”, dijo el presidente del Colegio Nacional del Notariado Mexicano (CNNM), Héctor Galeano.

Afortunadamente, los seres humanos contamos hoy con herramientas que hace años no existían. Se han originado espacios de almacenamiento virtual con una gran capacidad de memoria; es momento de aprender a hacer un uso de estas herramientas para prevenir y respaldar nuestro futuro y el de nuestra familia, pues ninguno de nosotros sabemos lo que puede ocurrir el día de mañana.